DEL DÍA EN QUE EL MUNDO SE PUSO AL REVÉS
Y llegó un día en que después de tener abandonado el blog, surgió de las entrañas de la sociedad o al menos de las mías, la necesidad de retomarlo.
Un día, en el que como si estuviéramos en mitad de una película el tiempo de los hombres parecía que se había consumido y que pronto deberíamos partir de la Tierra Media.
Un día en fin, en el que de repente todo cambió y lo que antes nos parecía algo fundamental, como ganar una partida de mus, dejar atrás a alguien en la bici o chinchar a los del Atleti, paso a un segundo plano, puesto que había que sobrevivir y hacer que los demás sobrevivieran.
Ese día realmente llegó poco a poco, así como si fuera el día en que iban a matar a Santiago Nasar, se empezaron a oír noticias de China y como si fuera la crónica de una muerte anunciada, no quisimos nunca creer que este día llegaría.
Pero por mucho que lo negáramos, nosotros y nuestros dirigente, este día llegó. El día en que hubo que quedarse en casa y ni siquiera nos estaba permitido el saludar el vecino, al amigo, al familiar. Dar dos besos a alguien o incluso familiar a nuestros mayores nos resultó vetado.
Por mi parte, he de decir que ese día pequé. Salí a la calle a comprar el pan y algunos productos de primera necesidad que no teníamos en casa. El tratar de evitar las colas de los últimos días, había hecho que ya escasearan algunas cosas. Antes de nada, te diré que hasta que llegó este día, nunca había faltado de nada en el Supermercado. Pero justo en la primera semana de este día, la gente se volvió loca. Si, has leído bien loca. Así hubo casos en que la gente salió literalmente a hostias por un rollo de papel higiénico.
En economía siempre se suelen estudiar las burbujas económicas, así una de las primeras burbujas conocidas es la de los tulipanes en holanda. Pues bien, en la primera semana de este día, bien se puede decir que se vivió la burbuja del papel higiénico y cada rollo se convirtió en un pequeño tesoro, como si fuera el mismísimo anillo de Gollum. Igual ahora casi 20 años después, esto te parecerá ridículo, de hecho lo es. Pero entonces se vivió como un chiste al principio pero como algo normal después.
Sea como fuere, la cuestión es que no se si por paranoia por ignorancia o por lo que fuera, me parapaté detrás de una mascarilla, me unos guantes y me fui a comprar. Pasé por dos supermercados de Guadalajara y el resultado fue el mismo, aglomeración en la puerta y cupos de personas para entrar. Solo podía haber dentro un número determinado de personas y dos guardas jurados, dejaban entrar a una nueva persona según salía otra: Kafka en estado puro.
No quería esperar en una cola con gente y que me pegaran la epidemia, por lo que me planté en el Corte Inglés y tuve más suerte, compré lo que quería de manera rápida y volví a casa.
Por la tarde tocaba esperar la comparecencia del entonces Presidente del Gobierno Pedro Sánchez, estaba programada para las 14:00, pero la cosa se fue alargando, por lo que me dio tiempo a comer, limpiar el garaje de arriba a abajo, tirar 3 toneladas de cosas que amontonas en un garaje a lo tonto y a lo meleno y a merendar. Hasta las 20:30 no salió a decirnos que ese día que ya sabíamos había llegado.
En ese momento, tan solo pensábamos que detrás de ese día llegaría otro y que pasara pronto el tiempo y que ponto acabara por tanto esa pesadilla. El mundo, como mi foto de ese día, estaba al revés. Sin embargo recuerdo ese día con total nitidez, aún hoy, 20 años después rememoro ese día como si fuera hoy mismo.
Que la fuerza te acompañe.